Conozca a sus otras mitades

participando activamente de lo que cada anuncio decía (Gelatina con sabor a fruta fresca, se llama Royal) sin saber que estaba cultivando un cariño por lo que más adelante sería mi trabajo (Toki Toki Tokio, te quita el calor).

Cuando tuve que decidir entre medicina y comunicación, la decisión no fue tan dura considerando que en esta carrera no daban mate. Asi es como me enfrasqué en este camino, trabajando desde las vacaciones antes de la U en una agencia. Desde el recorrido que me hicieron por todos los departamentos de Eco Young & Rubicam, supe en cual quería estar.

Pero mi paso corto por Tráfico tuvo el fin de enseñarme la visión completa de una agencia. Mi primer trabajo en creatividad en Dos Puntos, fue mi más grande triunfo. Ahi y en Wachalal, mi mayor escuela años después, gané varios Premios Jades, Premios XXI y El Valor de la Palabra Escrita, de Prensa Libre, cuando aún no existían los truchos y se ganaba con piezas de verdad.

He salido huyendo varias veces de la publicidad. La fotografía documental me acogió en uno de esos momentos. Pero al final, la publicidad siempre me alcanza. 

Abrir La Otra Mitad con Jacobo, es también parte de esas escapadas. Hacer una publicidad más humana y con más corazón fue la idea desde el principio, una que pudiera congeniar con la persona en la que me he convertido con los años: Una publicista extraña que no se viste de cool, ni necesita “parecer” interesante. Una publicista con muchos otros intereses, como el arte, la historia, lo espiritual y los viajes.

Me encanta escribir copy, pensar ideas basadas en insights, estudiar al ser humano y sus comportamientos. Sigo siendo la que se eriza leyendo un buen copy y soy todavía la que llora en los anuncios. No logro escaparme, parece que estoy aquí para quedarme. 

Cuando fundamos La Otra Mitad con Andrea se hizo realidad un sueño gigante y único para su tiempo, hacer una agencia al servicio de las grandes causas, de los pequeños y medianos empresarios, de los soñadores desvelados. Es decir estar al servicio de aquellos a los que las grandes agencias miran con desdén. Mucho camino hemos recorrido desde ese día, hemos tenido tiempos en que los caminos son anchos y con sombra y otros en que han sido tortuosos y extenuantes. Hemos cambiado a veces para bien y veces no tanto, pasamos de tener solo clientes de presupuesto limitado a manejar cuentas internacionales, pero algo nunca ha cambiado desde ese día: darle todo lo que podemos a nuestros clientes, sin importar el presupuesto. Si alguien toca nuestra puerta y nosotros lo dejamos entrar, pasa a ser nuestra otra mitad. 

Tenemos un nombre que es una promesa, tenemos un nombre y es lo único que de verdad tenemos y a él nos debemos. Desde el principio decidimos no ser cazadores de premios, no participamos en concursos. Suena cursi y sospechosamente  demagógico, pero nuestro premio ha sido crecer con nuestros clientes, inventar y descubrir juntos desde esta perspectiva única e irrepetible que es Guatemala. No le damos rienda a las pajas, ni a la retórica publicitaria, cuando no sabemos buscamos y cuando no encontramos creamos juntos con nuestros clientes, lo importante es que la marca crezca, que todos lo hagamos. En este recorrido siempre hemos tenido compañeros de viaje , algunos por pequeños tramos, otros por grandes distancias. Pienso que la vida es infinitamente breve y si he de recorrerla debe de ser con alegría y buena compañía.